Se trata de un conjunto de tres exposiciones anuales a realizarse en un cementerio-parque y tres publicaciones de limitado porte a manera de catálogo, con el objetivo de dar información, aumentar la difusión y constituir la memoria de las exposiciones en curso. Este proyecto está fundado en los cambios contemporáneos que se registran en la ritualización de la muerte y también en la necesidad de transformar el marco o contexto ambiental en que los familiares se acercan a los cementerios. La actividad cultural es muy importante en este sentido, en la medida en que es una herramienta operativa y de valor, capaz de distraer los tiempos de espera que demandan procesos como la cremación o la inhumación. También, y dada las características de los espacios parquizados y sus condiciones de paisaje intervenido, es posible realizar operaciones o instalaciones artísticas excepcionales, de fuerte impacto visual, aunque siempre ajustadas al respeto que exigen estos ámbitos.